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Arreglar un electrodoméstico o comprar uno nuevo

redactado por General Electric Servicio Tecnico autorizado

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¿Merece realmente la pena arreglar electrodoméstico antiguos?

Sobre todo en épocas en las que la situación económica no se encuentra en su mejor momento, una gran parte de las personas tratan de que sus electrodomésticos duren funcionando el máximo tiempo posible. Esto implica, que cuando se estropean tienen a arreglarlos, en lugar de comprar uno nuevo. Esto implica, que cuando se estropean tienen a arreglarlos, en lugar de comprar uno nuevo. Por tanto, desde General Electric sabemos que arreglar aquello estropeado no siempre es la mejor opción, sobre todo cuando la vida de ese bien en concreto va a ser relativamente corta comparándola con la de uno nuevo.

¿Cuánto vale el viejo electrodoméstico?

Uno de los mejores modos de determinar si merece la pena o no arreglar un electrodoméstico, consiste en tener bien en cuenta dos aspectos. Por un lado es preciso saber cuál es la vida de ese aparato, y por tanto cuántos años le quedarán aproximadamente para seguir funcionando. Por otro lado es interesante también estimar el valor que tendrá cuando sea arreglado. Cuando la reparación tiene un precio igual o superior al del electrodoméstico nuevo, no merece la pena arreglarlo. Es algo lógico. En la mayor parte de estas situaciones, comprar un aparato nuevo es la decisión más acertada. Solo cuando la marca de nuestro aparato es muy buena y, quizás ha dejado de fabricarse, podría ser lógico dudar respecto a qué decisión tomar.

consejos sobre reparar electrodomesticos

¿Qué decidir cuando la reparación supone un interesante ahorro frente a la compra del aparato nuevo?

En este caso se aconseja resolver la duda aplicando el método de la amortización, por medio del cual se distribuye el precio que se deberá pagar por un producto duradero a lo largo de los años que podremos utilizarlo. Los bienes que compramos, a pesar de que su precio de compra sea alto, ofrecen una serie de servicios a largo tiempo. Por medio de la amortización se repartirá el precio abonado por este bien entre los diferentes servicios de los que permite disfrutar.

¿Cómo se puede ver este concepto más claro con un caso práctico?

Se puede tomar el ejemplo de un frigorífico por el que se han pagado 400 euros y se estima que va a funcionar durante 10 años. Desde el paso del primer año, y durante toda la vida que tenga este frigorífico, su valor se irá viendo reducido. Este bien lo vamos amortizando, de modo que cada año que pasa y sigue funcionando, le restamos un porcentaje, ya que cada vez vale menos. De todos modos, si esa depreciación que sufren todos los bienes con el paso del tiempo, se realiza de manera lineal, es decir descontando por cada año que va pasando la misma cantidad respecto al precio inicial que pagamos por él, en este caso como por el frigo se pagaron 400 euros, la depreciación será de 40 euros anuales.

Es decir, cada año que pasa ese electrodoméstico valdrá 40 euros menos que el año anterior. Una vez pasados los primero 365 días el valor en ese momento del frigo sería de 360 euros y así sucesivamente. El décimo año, el frigorífico ya no valdrá realmente nada, por lo que si en ese momento, o incluso unos años antes se estropeara, no merecerá la pena arreglarlo.

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